sábado, 4 de enero de 2014

" La rigidez nos aprisiona... "





 Hay lugares de uno mismo que esperan vernos de regreso pues en el camino circular del universo interior que somos hay determinados puntos a los que hay que regresar para liberar en ellos aquello que por inamovible ya no puede permanecer estático más que como un símbolo que nos recuerde que lo que ayer fue de una cierta manera ya nunca tendrá una sola manera ciert...a.

Sin la rigidez de antaño la flexibilidad no habría venido a visitarnos pues nadie se visita a sí mismo sino más bien es lo distinto lo que es visitado.

Pero para que algo fijo pueda adquirir movimiento no basta con la ligera brisa pues ésta es recibida como una caricia que más bien reconforta sino que se necesita un fuerte golpe de viento dispuesto a repetir su empuje hasta mezclar su sonido con el crujir de las estructuras que al agarrar lo fijo lo convierten en rígido e inamovible.

Curiosa paradoja: nada que sea fijo puede prescindir de unas estructuras que lo sustenten pues todo lo rígido, por su propia naturaleza, se caería sin ellas.

Por el contrario, todo lo que es flexible es libre pues no necesita nada que lo sustente ni mucho menos que lo agarre, pues cualquier cosa que sea flexible puede variar de posición sin quebrarse ni romperse.

Así, mientras la rigidez necesita apoyarse en algo ajeno a ella misma que la sustente, para lo cual crea su armadura a través de unas estructuras que la sostengan cada vez que se siente cuestionada, a la flexibilidad le sucede lo contrario pues se basta a sí misma para permanecer en cualquier posición o postura que desee sin depender de ningún otro fundamento que ella misma.

Entonces, ¿qué es lo que nos sustenta nuestra rigidez cuando viene a visitarnos? ¿Somos esa rigidez? ¿No lo somos?

¿Qué es lo que de mí está en cuestión cuando aflora mi rigidez?

¿Realmente lo que sucede en el exterior tiene el poder de cuestionarme como persona?

Y si no es así, ¿para qué estoy tan rígido? ¿Por qué no acepto posturas distintas a las mías? ¿Quizás me siento cuestionado por ellas?

¿Qué pasaría si fuera más flexible? ¿Tengo miedo de serlo?

Tal vez me haya acostumbrado a controlar tanto desde mi rigidez que quizá tengo miedo de que si suelto el control dejen de suceder muchas cosas que en el fondo he hecho suceder yo mismo.

Si fuera así, parece obvio que si dejo de controlar tanto las cosas lo que sucederá en realidad será mucho más auténtico pues dejando un espacio de libertad a mi alrededor todo lo que suceda ya no lo habré traído yo .pues simplemente habrá sucedido.

Y lo que yo no traigo y simplemente sucede en mi vida es realmente para mí pues es fácil comprobar que las mejores cosas de nuestras vidas han venido hasta nosotros sin más.

Y es que la rigidez descansa en el miedo y es por tanto Control mientras que la flexibilidad descansa en la confianza y ésta es Libertad.

Entonces, ¿desde dónde quieres vivir tu vida?

Tu vida es tuya, así que tú decides el camino y cómo andarlo pues en esencia eres auténtica libertad !!!

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